Por Víctor Ardura.-

En diversos tonos, apelo entre el ninguneo y la desinformación, -no todos los medios, por supuesto-, se ha intentado minimizar el impacto de ese surgimiento hacia la sociedad llamado #yosoy132. Ninguno de los estrategas de los candidatos que contienden por la presidencia, pudo prever este surgimiento de voluntades juveniles tan diverso pero tan unido en decir ¡no! A la política tradicional.

Leo el manifiesto de este grupo, movimiento, avalancha o llámelo como usted quiera, (una confluencia de voluntades que ha podido reunir hasta a 40 mil en un solo evento), y encuentro algo que está en la mente de todos los mexicanos: un ¡Ya basta! Al México de la impunidad, de la corrupción, de la injusticia, de la desinformación.

Cuando los jóvenes apelan al artículo primero de la constitución, cuando los estudiantes se dicen artos de un país diseñado por un duopolio televisivo, cuando estos jóvenes que serán el futuro del país rechazan el voto nulo y el abstencionismo y apelan por un México informado, le están dando la espalda al México tradicional, a la política de complicidades, de corrupción de injusticia que provoca que tengamos a uno de los hombres más ricos del mundo y seamos al mismo tiempo uno de los países más pobres del continente. Espléndida convocatoria la de este grupo, este conglomerado de jóvenes que día a día crece más. Será por eso que Enrique Peña nieto ya no visitará Universidades. Será por eso que aquí en Michoacán provocan decir estupideces de calibre tal como lo dicho por el dirigente estatal del PRI: “Ni los vemos ni los oímos”.

Es un grupo en el que están la mayoría de las universidades y las escuelas de educación superior en el país. Es un movimiento que no comulga con ningún partido, aunque respeta las preferencias políticas de sus integrantes. Es una aglomeración de voluntades que se solidariza, se hace empático, con lo mejor del país: El movimiento en contra de Enrique Peña Nieto; Los familiares de las victimas de Feminicidios; El pueblo de Atenco; El movimiento por la paz con justicia y dignidad; Las manifestaciones estudiantiles y juveniles a lo largo del país que han sido reprimidas; Los pueblos indígenas en resistencia; Los periodistas alcanzados por la violencia; Los trabajadores, obreros y campesinos silenciados y explotados; La diversidad sexual acallada por la homofobia.

Es decir, estos muchachos están hermanados con las mejores causas. Bienvenido pues su movimiento.

Acusar y demostrar

No sabemos si el gobernador Fausto Vallejo Figueroa anda bien de ánimo o los reporteros lo agarran en sus peores momentos. Ayer dijo que el fideicomiso Isla de la Palma se había repartido entre amigos y familiares del ex gobernador Leonel Godoy Rangel. No dio nombres, no dio datos. Si no demuestra su dicho, su declaración debe ser tomada como lo que es: difamación, calumnia. Un tipo de conducta que, cual boomerang se le podría revertir.