Los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012, marcan el retiro de la máxima figura de la natación Michael Phelps.
Su debut fue a los 15 años, fue un prodigio desde que hizo su aparición en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y logró obtener el quinto lugar en los 200 metros mariposa. Un año después conquistó su primer título mundial en el Campeonato Mundial de Fukuoka en los 200 metros mariposa.
Consiguió cuatro títulos más en el 2003 en los mundiales de Barcelona, tres de ellos, de forma individual, y en el 2004 se coronó campeón olímpico en seis ocasiones, durante los Juegos de Atenas.
En el campeonato mundial de Montreal se adjudicó cinco preseas áureas más, y en el 2007 en siete ocasiones fue campeón. El momento más importante de su carrera, ocurrió en el 2008, cuando en los Juegos Olímpicos de Beijing se llevó ocho medallas de oro y se convirtió en el ser humano más ganador en la historia de estas competencias.
Para el Mundial de Roma del 2009, resurgió después de una depresión causada por la presión mediática de la que fue objeto, después de captarlo consumiendo marihuana. Volvió para llevarse cinco títulos más y a coronarse como el mejor del orbe. Cuatro de esas coronas las refrendó en Shanghai en el 2011, pero por primera ocasión, en los 200 metros libres y los 200 metros combinados, se quedó con la plata, mientras que en los 4×100 libres, se quedó con el bronce.
En fin, poseedor de 39 récords mundiales (29 individuales y 10 en relevos), que dejó atrás a su compatriota, el estadounidense Mark Spitz, quien antes de Phelps había conseguido 33 récords mundiales (26 individuales y siete en relevos), que logró 26 títulos del orbe y 14 medallas olímpicas que lo convirtieron en el máximo ganador de títulos en Juegos Olímpicos.
El cansansio y su rival Lochte, pueden hacer las cosas difíciles para Michael en Londres, pero su espíritu combativo lo llevará a romper los límites humanos en su última justa olímpica. El se encargará de poner broche de oro a su magnífica historia.