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Por Víctor Ardura.-
El teléfono celular se ha convertido en una especie de alfombra mágica. Si uno desea transportarse y llegar a un ser querido, a un amigo que tiene los chismes detallados del momento, a la amada inmóvil como diría el poeta Nervo, basta marcar y se puede uno perder minuto tras minuto en conversaciones, recriminaciones, declaraciones de amor y hasta recibir amenazas. Es la extensión no de la mano pero sí del espíritu, aunque parezca excesiva la metáfora.
Pero ¿Sabía usted que en México se paga uno de los servicios más caros no sólo del continente sino del mundo entero? Esa empresa del globito azul, la que dice comunicar a millones de mexicanos y nos promete oferta y media, esa compañía que inunda las pantallas caseras con la promesa del oro y el moro para mantenernos comunicados o con internet funcionando sea donde sea, es en realidad una empresa fraudulenta, carera y que provoca miles de billones de pesos de pérdidas a la economía mexicana.
Y no lo digo yo, ni el vecino indignado porque compró un paquete que se le terminó al día siguiente. Lo dice ni más ni menos que la OCDE, es decir la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Déjeme le explico: en enero del presente año esta prestigiosa organización, cuyos investigadores y peritos están fuera de toda duda, presentó los resultados de las telecomunicaciones en México. Y fue especialmente dura con American Móvil, es decir la empresa que abriga a Telcel y que es propiedad de uno de los hombres más rico del mundo, Carlos Slim Helú. Y hoy precisamente, ene le momento en que escribo estas líneas, todo un equipo de expertos contratados por el señor Slim intentaron refutar a la OCDE. Inclusive se hicieron de los buenos oficios de un teórico del Instituto Tecnológico de Massachusetts, para justificar lo injustificable. Dijeron, argumentaron, contravinieron con el uso de distintos argumentos, entre ellos el que se habían mal utilizado la información sobre el costo del servicio.
¡Pamplinas! La OCDE contestó de inmediato y certificó su estudio sobre las telecomunicaciones en México. Sólo en un país como este pueden suceder y permitirse ese tipo de cosas…
La feria sin feria
Dicen que fue un éxito sin precedentes, hablan que hubo mucha afluencia, pero lo cierto es que la expo feria de este año fue un enorme fracaso. Circuló un boletín donde se afirma que visitaron las instalaciones al rededor de 600 mil michoacanos. Esa cifra sólo existe en la mente de su director. Y para acabarla de amolar envían fotografías a la prensa en donde la feria queda en evidencia que se trato de una feriecita.
