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México, D.F., 30 de abril del 2012.- Sobre el violento desalojo policiaco ocurrido el pasado 28 de abril, a tres casas de los estudiantes, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en donde se originaron detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza, amenazas contra los inconformes, vejaciones y violaciones a los derechos humanos, el PRD y la dirigencia Nacional, así como los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados y de Senadores del Congreso de la Unión, manifestamos lo siguiente:
1. Condenamos la represión de la que fueron objeto los estudiantes y la violación a la autonomía de la Universidad Michoacana, por parte de miembros de las fuerzas policiales estatales y federales. Hechos lamentables que no ocurrían desde 1966, precisamente ordenados por otro gobierno estatal priista, en el sexenio de Díaz Ordaz.
2. Sin duda, todos los problemas sociales, principalmente el de los estudiantes en universidades públicas, merecen una atención especial por parte del Estado, más en estos tiempos donde el aumento de la pobreza deja a jóvenes sin oportunidades de estudio o trabajo y los lanza a los brazos de la migración o la delincuencia.
3. El diálogo, las negociaciones y la búsqueda de los acuerdos son los instrumentos idóneos de la política.
4. El PRD no defiende delincuentes ni a quienes violentan la ley y el Estado de derecho; no promueve hechos ilícitos, pero sí condena enérgicamente el uso de la fuerza y la violación a los derechos humanos de jóvenes que sólo buscan mejores condiciones de vida y expresar sus inconformidades. Pero se repite la historia, el PRI de hoy intenta confundir a la opinión pública, a los michoacanos para obtener ganancias políticas y electorales, al estilo de la práctica priista. Díaz Ordaz acusó al movimiento estudiantil del 68 de estar financiado por el comunismo. Han pasado 43 años y nunca se probó tal acusación, pero fue pretexto para la represión, y el encarcelamiento y muerte de más de una centena de estudiantes. Situaciones similares ocurrieron en contra de esta universidad michoacana en 1963 y 1966.
5. Llamamos a la cordura, al diálogo y a enfrentar los problemas de la mayor Universidad Pública del estado y al cese del hostigamiento público y mediático en contra de los estudiantes. Las dificultades de la Universidad son, fundamentalmente, las de todas las universidades públicas del país: escasos recursos económicos, falta de infraestructura, actualizar su tecnología y mejorar su nivel académico y de investigación científica.
Esto sólo se resolverá con altura de miras y visión de Estado.
