Y ahora… los estudiantes

Por Víctor Ardura.-

No termina de encontrarle la cuadratura al círculo el Gobierno que preside Fausto Vallejo Figueroa. En el principio fueron los normalistas. La ausencia de oficio, la torpeza de la Secretaria de Educación, la incapacidad  para el diálogo del Secretario de gobierno llevaron a la inédita toma y secuestro de varias unidades que dan servicio foráneo, y precisamente en la antesala de un periodo vacacional. La frase famosa de esos días, la nota por decirlo así, la dio el Secretario Jesús Reyna García cuando respondió, ante pregunta expresa, que no había necesidad de una entrevista de inconformes con el gobernador. “Para esos estoy yo aquí”, dijo el funcionario. Al final Vallejo Figueroa tuvo que entrevistarse con los normalistas.

Siguió el asunto de Cherán. Como lo documentó el reportero Francisco Castellanos, los miembros del consejo exhibieron al Gobierno Estatal. La única vigilancia que existe sobre la zona, la única acción concreta para asustar a los malosos, son patrullajes por helicóptero que se dan de manera esporádica. Y por si fuera poco, denunciaron la pretensión de la Procuraduría General de Justicia de criminalizar a los mismos comuneros al sugerir que fue un conflicto entre comunidades, cuando el expediente, los testigos, la misma manera en que murieron las víctimas, nos indican que fue una acción casi profesional, y lo decimos en el peor sentido de la palabra.

Ahora toca el turno a los estudiantes que pertenecen o que han integrado el movimiento de los rechazados. Y parecieran estar en pie de guerra. Hay diversas versiones que nos hablan de que los estudiantes mantienen al interior de Casas de Estudiantes, tambos, en donde se depositan agua o aceite hirviendo. La agencia Esquema informa que hay versiones en el sentido de que pudieran existir unidades oficiales encerradas en dichos inmuebles.

Lo cierto es que en Plaza Carrillo, tomada por los muchachos que integran este movimiento hay tres vehículos oficiales en su poder: dos del Ayuntamiento y uno de la COCOTRA. También en la Casa del Estudiante Che Guevara mantienen una patrulla de Seguridad Pública al interior del inmueble. Ayer por la noche, autoridades del Gobierno del Estado, intentaron llegar a un acuerdo con los estudiantes. Se supone que en el transcurso del día éstos jóvenes ofrecerán una rueda de prensa en donde darán a conocer más detalles sobre el pliego petitorio y el alcance de sus exigencias.

Será interesante observar cómo resolverá este nuevo diferendo el Gobierno del Estado. ¿Permitirá que el conflicto se radicalice antes de tender un puente a estos muchachos? El movimiento de rechazados no es una incógnita difícil de despejar. Se trata de muchachos que buscan ingresar a alguna de las escuelas de la Universidad Michoacana. Es cierto que muchos vienen de otros estados, otros del interior de Michoacán. También es verdad que la CUL está detrás de esta radicalización. Razón de más para que las autoridades gubernamentales muestren oficio y no permitan un zafarrancho que pondría a Michoacán, de nueva cuenta, entre las entidades menos seguras o en su defecto las más atractivas para el turismo de riesgo, para aquellos que aman las grandes aventuras.

Hay que estar atentos y rogar porque prevalezca la negociación y el buen oficio.