AMLO, reactivar la economía

Por Víctor Ardura.-

Poco a poco el paisaje urbano de la capital del país va cambiando. Surgen, cual hongos en época de lluvia, edificios construidos a troche y moche en donde antes había casas antiguas o vecindades. Ese extrañamiento que el poeta José Emilio Pacheco, deja entrever en sus magníficos versos, es el mismo que siento al regresar a esta ciudad y constatar los cambios que la especulación inmobiliaria provoca en lo que antes fuera paisaje vital. Hay, empero, cosas que no cambian. En la calle de Virgilio Uribe, todavía tiene como domicilio el celebérrimo René Bejarano y su no menos famosa mujer Dolores Padierna, son vecinos de la casa materna.

La calle es estrecha y a ciertas horas, cuando hay movimiento de vehículos en el domicilio de los Bejarano, la cosa se pone complicada para poder pasar. Son el epitome y del genio y la figura, y tal pareciera que la prensa, los medios, gustan revivir a la pareja de cuando en cuando. El jueves se lo preguntaron al candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador. Aunque está en el registro periodístico el deslinde total de Andrés de lo sucedido, de lo que hicieron tanto Bejarano como Carlos Ímaz, la pregunta regresa y el candidato tiene que recordarles a los reporteros que no hubo ni hay relación de complicidad alguna. Por lo visto hay temas que buscan desviar la atención de lo esencial, en este caso las propuestas para un cambio de rumbo en este país.

La cuestión de la economía, por ejemplo. López Obrador ha sido el único candidato que ha planteado el tema con paradas, mapas, cartografías sobre cómo le va a hacer para empezar a bajar las angustiantes cifras de desempleo y pobreza en el país. Y además sin que ello implique afectar a los ricos, a los privilegiados de esta nación.

No me parece descabellado reactivar la inversión pública y conjugarla con la privada. John Kennet Galbraid, un economista norteamericano que habría que recordar por su lucidez sostenía que en tiempos de crisis económica lo que menos puede hacer el Estado es retirarse del escenario como agente de inversión. Al contrario: las empresas públicas deben abrir caminos, construir puentes, entrarle al sector primario para provocar los empleos que una situación de coyuntura requiere. El Libre Mercado ha demostrado hasta la saciedad que por sí mismo es bastante tacaño a la hora de crear la riqueza necesaria en tiempos de crisis.

El candidato de las izquierdas plantea un ahorro de 600 mil pesos con tan solo combatir la corrupción que existe en la administración pública. No está exagerando. Del año 2006 al 2011 el aparato burocrático creado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa creció en un 300 por ciento, según documentan estudios realizados por el parlamento y por organismos del sector privado. PEMEX es un venero de constantes negocios, los fideicomisos arrojan distintas vertientes para que funcionarios y privados se enriquezcan y no hay ya no digamos claridad sino rendición de cuentas, lo que le cuesta al país estas sangrías. Y no hablamos, que conste, del bizarro caso de la señora Elba Esther Gordillo y su costosísimo sindicato.

Sí, si López Obrador cerrara de golpe y porrazo el cajón muchos dedos saldrán machucados, pero es seguro que la economía del país salga ganando. Y aquí, por más guerra sucia, por más propaganda en horario estelar, por más lugares comunes que sustituyan a las ideas, López Obrador lleva una enorme ventaja: su congruencia y su honestidad. Nadie ha podido demostrar que el candidato sea, lo que se dice en términos coloquiales, un tranza. Y yo recuerdo que cuando Calderón Hinojosa fue titular de BANOBRAS, la reportera Nadia Marín documentó un autopréstamo de 3 millones de pesos que tuvo que regresar. López Obrador estará en Michoacán la próxima semana y su estadía seguramente clamará los ánimos de las artificiales querellas, de la inoportuna división que han creado algunos grupos menores al interior del PRD. Es la hora de la unidad, de lo esencial. El cambio que requiere este país está en juego.

Marko atacado

Anotemos una frase popular: “son como los machos de Jalisco, cuando pierden arrebatan”. Y lo decimos por esa burda campaña que desde algún fideicomiso pardo ha instrumentado el PRI en contra de Marko Cortés. Al leer el volante que se distribuyó ayer en el centro de Morelia, salen a relucir frases tan obvias, tics del lenguaje tan evidentes, que solamente un retardado mental podría digerir. Pero lo hecho hecho está. Habría que exigir, sin embargo, que el IEM con la señora María de los Ángeles Llanderal deje de nadar de a muertito, como siempre lo hace, y se pongan a trabajar, que para eso les pagan