Se ha estimado que en México existen al menos 30000 especies de plantas de las cuales
se ha documentado que al menos 3000 tienen usos medicinales. Solo para resaltar la
existencia real de esta riqueza potencial se podría señalar que en 1943 un químico
americano especialista en esteroides llegó a México y encontró, después de preguntar a
diferentes campesinos sobre los diversos usos de las plantas, que cierta planta silvestre
del género Discorea (Barbasco) contenía grandes cantidades de diosgenina. Este químico
llamado Russell E. Marquet, con este hallazgo pudo contar con grandes cantidades de
materia prima para sintetizar progesterona. Gracias a este descubrimiento , el laboratorio
por el fundado, llamado Syntex, abasteció durante muchos años el 80 por ciento del
mercado mundial de hormonas y esteroides a un precio mil veces menor que el de los
precedentes. Hasta el momento se desconoce algún documento que exprese o manifieste
agradecimiento o retribución económica a los campesinos indígenas o a sus pueblos.
Sin duda el conocimiento tradicional hace valiosas contribuciones a los dos principales
aspectos del desarrollo sostenible: el ambiente y la satisfacción de las necesidades
humanas. Actualmente se reconocen las contribuciones de ese conocimiento tradicional
al desarrollo humano particularmente en el área de la producción de alimentos, desarrollo
de cultivos nuevos y cuidado de la salud. Las contribuciones del conocimiento tradicional
a la economía moderna, sobre todo a la innovación agrícola y el desarrollo de la industria
farmacéutica en los países industrializados también son importantes. La industria
farmacéutica ha hecho uso del conocimiento tradicional de varios pueblos indígenas para
identificar plantas y sus ingredientes para el desarrollo de nuevos medicamentos. Los
investigadores que analizan plantas pueden acortar el camino obteniendo información
directamente de los sanadores tradicionales.
Las estimaciones cuantitativas del valor económico son escasas, pero unas pocas cifras
alcanzan para vislumbrar la enormidad de la contribución. Más de dos tercios de las
especies de plantas del planeta- de entre las cuales se estima que aproximadamente
35000 tienen valor medicinal- proceden de los países en desarrollo. Al menos 7000
compuestos médicos utilizados en la medicina occidental derivan de plantas y el valor del
germoplasma de los países en desarrollo para la industria farmacéutica, a principios de
los 90, estaba calculado en al menos 32000 millones de dólares anuales. Sin embargo, el
mundo en desarrollo recibió una porción ínfima de esa cifra por la materia prima y el
conocimiento aportados.
Michoacán es un Estado con una gran biodiversidad y con un gran acervo de
conocimiento tradicional cuyos depositarios son sus pueblos indígenas sobre todo los de
la meseta purépecha y los de la costa Nahua. Ellos manifestaron en la declaración de
Caltzonzin de 2002, en cuya formulación participaron entre otros la comunidad Purépecha
de Caltzonzin con su centro de desarrollo de medicina indígena tradicional y los médicos
tradicionales Kuarika Ka Irekuarikua, la Unión de Comuneros Emiliano Zapata y la
organización legado Purépecha así como medicas tradicionales de la Costa nahua, su
contrariedad por la política gubernamental hacia la medicina tradicional y su preocupación
por la apropiación indebida del conocimiento tradicional de sus comunidades por parte de
particulares e instituciones que, amparados en el sistema de patentes en boga en México
y el mundo, transforman en propiedad privada saberes que por generaciones han
utilizado y desarrollado colectivamente estas comunidades.
Ante lo expuesto consideramos que el próximo gobierno estatal debe adoptar medidas
para contener la apropiación indebida del conocimiento tradicional de nuestras
comunidades indígenas mediante algunas medidas tales como:
A.- Tratar de influir para que a nivel nacional se reivindique el derecho soberano de
México sobre su biodiversidad y su conocimiento.
B.- Incluir en las leyes estatales artículos que declaren y reconozcan a las comunidades
como propietarias del conocimiento comunitario, así como su derecho de custodia de este
conocimiento para sus miembros del pasado, el presente y el futuro. Y que las
innovaciones que dentro de la comunidad se hagan a estos conocimientos le pertenecen
a la comunidad o comunidades en su caso.
C.- Crear una base de datos digital sobre conocimiento tradicional en Michoacán, usos
previos y existentes de recursos biológicos difundidos a nivel nacional e internacional que
sirva como instrumento para evitar que se patente conocimiento previo y existente como
una forma de frenar la biopiratería.
D.- Crear registros comunitarios de conocimiento tradicional como mecanismo de defensa
contra el patentamiento inadecuado y como base para promover el uso, conservación y
transmisión del conocimiento tradicional.
*Médico Cirujano. Ha funjido como funcionario en diversas áreas de la salud pública.